Bruselas, último día

David Perujo. //

Último día en Bruselas. Son las 07:30 de la mañana y los compañeros nos empezamos a reunir en el comedor del hotel para el desayuno. Por delante, una mañana llena de actividades y el viaje de vuelta por la tarde y noche.

Son las 08:30 y salimos del hotel rumbo a la sede de la Comisión Europea donde tendremos nuestra primera actividad, una Conferencia sobre el Servicio Europeo de Acción Exterior. Tras ésta, pasamos a visitar las instalaciones audiovisuales de la Comisión Europea, además de presenciar una presentación del portal AV y EbS. Y para finalizar la mañana, “La Misa” como lo denominan allí, o lo que es lo mismo, la rueda de prensa de los miércoles a las 12h de la Comisión Europea. Esta vez tenemos suerte y podremos asistir a la comparecencia de dos de los Comisarios Europeos.

Tras una mañana cargada de actividades, llega la hora de comer. Tenemos la oportunidad de compartirlo con cientos de funcionarios y eurodiputados en el comedor del edificio, lo cual nos permite hacernos una idea de cuál es el “ambiente europeo”. Al terminar la comida, las últimas fotos de grupo para inmortalizar el momento y el café que ha de darnos las fuerzas para lo que nos queda de regreso.

Como no podía ser de otra manera en este viaje cargado de anécdotas, a nuestra llegada al aeropuerto y tras recoger todos nuestras maletas, parece ser que sobra una. Uno de nuestros compañeros faltaba por recoger su maleta, pero no sabíamos dónde estaba. Tras buscarlo unos minutos, cuál fue nuestra sorpresa que lo encontramos dormido en la parte final del autobús. Parece ser que no quería despertar del “sueño europeo”.

Pero la cosa no iba a quedar aquí, cuando estábamos a punto de tomar el avión de regreso a Madrid, nos avisan que viene con retraso, con lo cual nuestra espera se alarga aún más y ya comienzan a verse caras de sueño y cansancio fruto de un duro día. A consecuencia de la niebla que había en Madrid esa noche, tuvimos que estar durante unos 50 minutos sobrevolando las cercanías al aeropuerto de Barajas esperando la orden de aterrizar.

Ya sólo nos quedaba tomar el autobús de regreso a Salamanca, y así fue. Aquí terminó el primer viaje internacional de la V edición del Maicop, con ganas y energía para afrontar le siguiente.

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